martes, 25 de octubre de 2016

Realizar actividad física reduce el riesgo de sufrir problemas de salud y aumenta los niveles de CD4 en personas con el VIH

El riesgo de desarrollar diabetes o enfermedad cardiovascular aumentó en aquellas personas con bajos niveles actividad física
Por Marta Villar en: gTt-VIH- 17/10/2016
Según los resultados de un estudio estadounidense presentado durante la 18 edición del Taller International sobre Comorbilidades y Reacciones Adversas a los Fármacos del VIH, celebrado el mes pasado en Nueva York (EE UU), realizar actividad física estaría asociado, en personas con el VIH, a un menor riesgo de sufrir problemas graves de salud y a valores más elevados en el recuento de células CD4. 
Desde la llegada de la terapia antirretroviral de gran actividad (TARGA) se ha producido un cambio en el espectro de enfermedades sufridas por las personas con el VIH, las cuales pasaron de padecer infecciones oportunistas a presentar complicaciones derivadas, sobre todo, de la cronificación de la infección, la inflamación a la que se asocia, el uso de tratamiento antirretroviral a largo plazo y el envejecimiento. En estudios anteriores se observó que el ejercicio físico, en especial si se alterna de forma equilibrada aquel basado en la fuerza y el fundamentado en la resistencia, no solo permite ganar masa muscular y reducir los niveles de lípidos sanguíneos en personas con el VIH, sino también prevenir, o mitigar, el deterioro cognitivo asociado al envejecimiento (Véase La Noticia del Día 20-12-2013)
El estudio que se llevó a cabo fue de tipo prospectivo, longitudinal y multicéntrico y contó con aproximadamente 11.000 participantes. Se recogieron alrededor de 40.000 evaluaciones de la actividad física (PA, por sus siglas en inglés) de los participantes donde cada uno aportó al menos una evaluación. Más de 8.000 participantes proporcionaron dos informes y cerca de 800 acumuló, al menos, 5 informes. 
Las personas participantes en el estudio formaron una cohorte donde la media de edad fue de 43 años (rango de 19 a 82 años). Aproximadamente el 80% eran hombres y el 2% transgénero. Alrededor de un tercio de los participantes eran afroamericanos y el 15 % hispanos. El recuento medio de células CD4 era superior a 500 células/mm3 y la carga viral promedio era inferior 200 copias/mL. El peso medio fue de 81 kg y el Índice de Masa Corporal (IMC) promedio era de 26,5 kg/m(+/-5). 
Las evaluaciones iniciales mostraron que el 26% de los participantes (n=3.058) presentaba niveles muy bajos de PA, el 42% (n=4.957) niveles bajos, el 19% (n=2.177) moderados y el 13% (n=1.527) mostró valores altos en PA. Algunos de los factores que se asociaron a valores significativamente más bajos de PA fueron: ser mujer, transgénero o afroamericano, tener niveles más bajos en el recuento de células CD4 o un mayor IMC. 
Tras ajustar los factores de confusión como la edad, el sexo, el tipo de seguro de salud, el riesgo de transmisión, la historia de consumo de tabaco, el uso de "d-fármacos" (estavudina (d4T), didanosina (ddI), zalcitabina (ddC): tres fármacos de la familia de los ITINN con elevados efectos secundarios) y fármacos prescritos, valores altos en PA se asociaron de manera significativa con una mejoría en la presión arterial sistólica, el colesterol HDL (colesterol "bueno"), los valores de triglicéridos y glucosa y un alto recuento de CD4. 
Independientemente, tanto los valores bajos de PA como aquellos muy bajos predijeron riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares o diabetes. A medida que los valores de PA aumentaron, el riesgo fue disminuyendo de manera progresiva. 
De manera consistente, bajas puntuaciones en PA se asociaron al diagnóstico de comorbilidades : obesidad (cociente de probabilidades [CP]: 1,9; intervalo de confianza del 95% [IC95%]: 1.6-2.2), enfermedad cardiovascular (CP: 2,0; IC95%: 1,4-2,8), derrame cerebral (CP: 1,8; IC95%: 1.2-2.7), hipertensión (CP: 1,5; IC95%: 1,3-1,8), y diabetes (CP: 2,5; IC95%: 1,9-3,2). El 24% de aquellos participantes que presentaron altas puntuaciones en PA reportaron tener 2 o más problemas de salud, mientras que en el brazo con niveles bajos en PA fue reportado por el 40% de los encuestados (diferencia estadísticamente significativa [p<0 .01="" nbsp="" span="">
Los resultados de este estudio ponen de manifiesto el efecto protector que tiene realizar actividad física de manera regular frente al desarrollo de problemas de salud en personas con el VIH, en las cuales, además, parece favorecer la producción de células CD4. 
Fuente:  HIV i-base /Elaboración propia (gTt-VIH)
Referencia:  Willig AL et al. The beneficial effects of physical activity in the setting of HIV infection. 18th International Workshop on Comorbidities and Adverse Drug Reactions in HIV, 12-13 September 2016, New York. Oral abstract 012.

lunes, 10 de octubre de 2016

En Mérida personas con VIH tienen más de dos meses sin tratamiento

Mérida.- Más de dos meses sin tratamiento se encuentran al menos 30 personas que sufren del Virus de Inmunodeficiencia Humano (VIH) en el estado Mérida, a consecuencia del desabastecimiento y escasez de medicinas que son necesarias para vivir.
El  consultor jurídico de Asovida y miembro de la Liga Merideña de Lucha contra el Sida, Jesús Rondón, señaló que los medicamentos que escasean -Raltegravir, Darunavir y Etravirina-, ponen en riesgo la salud de los personas porque son terapias de rescate para quienes tienen años consumiendo un tratamiento para el VIH.
El hecho de no tener esas medicinas, “implica que pueden crear resistencia al virus y generar un desgaste físico que puede llevarlos hasta la muerte”, expresó Rondón, quien responsabilizó al Gobierno, específicamente al Ministerio de Salud, de la dotación de dichos medicamentos que no llegan al estado andino desde hace dos meses porque “no gestiona las órdenes de compra y no adquiere los medicamentos”.
Según el abogado, un total de mil 583 personas en Mérida reciben terapia antirretroviral y actualmente son 30 las que tienen alerta eventual por el desabastecimiento.
Sin leche martenizada
La escasez de medicamentos antirretrovirales y otros insumos para la atención de personas con VIH-Sida también afecta a niños recién nacidos, dado que a Mérida tampoco llega leche maternizada.
Jesús Rondón apuntó que hay 27 lactantes de madres con VIH positivo que no reciben leche maternizada y sus madres procuran darle leche completa, bien disuelta en agua, para poder alimentarlos.
“El estado deja a las madres y niños sin insumos importantes como es la leche maternizada, eso es un riesgo para la vida de esos pequeños cuyas madres por su enfermedad no pueden amamantarlos”, expresó Rondón, al tiempo que destacó que esa situación es el incumplimiento del Estado en sus obligaciones, a pesar de que hay una sentencia del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que determina la responsabilidad en estos casos.
A decir del consultor jurídico de Asovida, los tratamientos y la leche maternizada es responsabilidad del Ministerio de Salud, mientras que en Mérida, la Corporación de Salud (Corposalud) debe cumplir con el compromiso de suministrar reactivos para exámenes específicos, que desde el año 2013 no se otorgan.
El desabastecimiento de estos medicamentos, dijo Rondón, es porque desde el año pasado el Ministerio de Salud no gestiona órdenes de compra y en lo que va del año 2016 la situación no ha variado.
Lamentó que no se puedan recibir donativos o ayuda humanitaria para asistir a este tipo de pacientes que hoy sufren las consecuencias de las políticas económicas del Gobierno.
http://www.eluniversal.com/noticias/estilo-vida/merida-personas-con-vih-tienen-mas-dos-meses-sin-tratamiento_310060