miércoles, 24 de abril de 2013

VIH en niños un segundo caso de cura y de convivir con la infección


Ante estas dificultades, se ingresa tres días a los niños para que los padres aprendan a administrarles el tratamiento.
El reciente anuncio de médicos estadounidenses de haber curado a un bebé nacido con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) ha puesto en la picota mediática a los niños infectados.
El caso, hecho público durante la Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas en Atlanta (EE. UU.), sería el segundo referido a una curación de esta infección, junto al del adulto Timothy Brown, de Berlín, tras someterse a un trasplante de médula ósea de un donante resistente a la infección por VIH.
Sin embargo, los expertos advierten de que es un hecho aislado, no publicado en una revista científica, y que a la niña, que nació de manera prematura, se le dio un tratamiento antirretroviral que no debe administrarse en bebés nacidos antes de la semana 42 de gestación.
Hoy, esta curación debe considerarse anecdótica, por lo que los menores con VIH deben convivir con esta infección. Pero, ¿cuál es su situación? El primer caso de la infección por VIH en el mundo se registró en 1981.
En nuestro país, el impacto de la epidemia en niños empezó a notarse a partir de 1987, debido a un “boom” de infecciones que hubo de madres seropositivas, usuarias de drogas por vía parenteral, que contagiaron a sus hijos.
Se registraron numerosos casos de niños con VIH desde 1987 y hasta 1994, año en que se introdujo la prevención para evitar la transmisión vertical, según información de Clàudia Fortuny, coordinadora de la Unidad de Infecciosas del Hospital Sant Joan de Déu, de Esplugues de Llobregat (Barcelona).
En la actualidad, en España hay en torno a 800 menores de 18 años infectados por el VIH; cada año nacen menos de diez niños infectados en nuestro país y entre 200 y 300 en todo el mundo. Hay pocos fármacos antirretrovirales autorizados para los niños y, a menudo, son poco adecuados para lactantes y menores más pequeños El virus se transmite por tres vías: la transmisión vertical, es decir, de una madre infectada a un hijo durante el embarazo o el parto; la transmisión sexual, al mantener relaciones sexuales sin precaución; y las transfusiones de sangre, en países donde la seguridad transfusional es baja, según Fortuny.
Cuando no se adopta ninguna medida de prevención, la tasa de contagio por transmisión vertical es del 15%, si la madre no da de mamar ni recibe tratamiento antirretroviral; y del 40%, si esta lo desconoce y da el pecho.
Pero hoy, este riesgo de transmisión vse ha reducido mucho y es solo del 1%, cuando las mujeres se controlan durante el embarazo, mediante tratamiento y monitorización de su carga viral. En niños, el tratamiento contra la infección debe administrarse en el momento del diagnóstico.
Como en los adultos, se denomina terapia antirretroviral de gran actividad (TARGA). Se basa en una combinación tres fármacos y es muy eficaz para controlar la infección, según Antoni Noguera, médico adjunto de la Unidad de Infecciones del Hospital Sant Joan de Déu.
Sin embargo, en menores de 18 años hay dos problemas importantes: existen menos fármacos antirretrovirales autorizados que para adultos (unos quince); y estos no siempre están disponibles en la presentación y proporciones adecuadas al peso y características de los lactantes y niños más pequeños (como un jarabe).
“Encontramos fármacos que no podemos administrarles o con otros que tenemos que machacar, mezclar con agua o zumo o preparar como un jarabe especial para poder dárselos.

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