jueves, 8 de mayo de 2014

El ‘VIH azul’, un fenómeno poco conocido.

El aumento de casos de VIH y SIDA en las personas de la tercera edad generó polémica en Colombia. En el vecino país, esta situación se conoce socialmente como “VIH azul”, en referencia al color del medicamento utilizado para la disfunción eréctil como es el Sildenafilo y comercialmente llamado Viagra. Por lo interesante del debate sobre el tema en cuestión, a continuación publicamos un artículo reseñado por el Diario El Tiempo el pasado 25 de marzo de 2014:

En el 2012 se manifestó en Colombia con más de 350 casos
¿Qué tan convencional es un programa sobre salud sexual dirigido a las personas mayores de 60 años? ¿Es necesario? La Alcaldía de Bogotá y el Ministerio de Salud difieren, pero tanto la capital como el país coinciden en el aumento del número de personas de la tercera edad que viven con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) o padecen el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida  (SIDA).
Este fenómeno lo han denominado socialmente ‘VIH azul’. Se llama azul en referencia al color del reconocido fármaco que trata la disfunción eréctil, llamado Sildenafilo pero comercialmente más conocido como Viagra.
El Sistema Nacional de Vigilancia en Salud Pública (Sivigila) reporta los casos de VIH, SIDA y muertes por esta causa en el país. En el 2003 hubo 3.301 casos. El 0,76 por ciento (25 casos) correspondió a pacientes con 60 años o más. Nueve años más tarde se registró que 352 personas de la tercera edad vivían con el virus o el síndrome, o habían fallecido. Ese grupo representó el 4,29 por ciento de los 8.196 casos registrados en el 2012.
Ricardo Luque, asesor en la Dirección de promoción y prevención del Ministerio de Salud, asegura que el ‘VIH azul’ es una “tendencia creciente” y un “fenómeno mundial”. Aclara que aunque el número de casos atribuido a la tercera edad “no es muy grande”, no deja de llamar la atención que la cifra de personas comenzara a ascender con la venta del popular medicamento.
“La mayoría de los casos de infección está en las personas que tienen entre 15 y 49 años, cuando la actividad sexual es más alta. Con el Viagra las personas mayores vuelven a sentirse jóvenes y renuevan su actividad sexual. Lo lógico es suponer que se exponen al virus”, explica.
Manuel González, profesional de la Secretaría de Salud de Bogotá especializado en el VIH, advierte que el riesgo para los adultos mayores es mayor cuando se tiene en cuenta que pueden retomar su vida sexual con parejas ocasionales o personas en ejercicio de la prostitución.
¿Un prejuicio cultural?
La cultura juega otro papel. En criterio de Pacheco, “la sociedad piensa que los adultos mayores no tienen vida sexual”. Su opinión coincide con la de González, quien va más allá al advertir que las políticas públicas también “asumieron que tanto hombres como mujeres mayores no tienen una vida sexual activa”.
Precisamente, el otro prejuicio surge en la población de la tercera edad. “Las personas mayores piensan que el SIDA es una enfermedad que afecta a los jóvenes. Piensan que ellos no deberían protegerse. Hay que recordarles que el virus no conoce de edades ni de condiciones sociales, simplemente ingresa a los organismos que encuentra desprotegidos”, afirma Luque.
El funcionario de Minsalud también hace un llamado a los profesionales de la salud. “Al momento de un diagnóstico, los médicos -sobre todo los jóvenes- no tienden a pensar en la infección por VIH en una persona mayor, piensan en otras enfermedades”, señala.
Al respecto, González expone un ejemplo: “Si llega un adulto mayor con neumonía lo último que piensa el médico es en VIH. Son falsos imaginarios (…) Se requiere un cambio en la mentalidad de los profesionales de la salud, para que piensen que todos los seres humanos somos vulnerables. La vida sexual de las personas inicia cuando nace y termina cuando muere”.
El uso del preservativo en esa población merece otro esfuerzo por parte de las autoridades de la salud, opina González. “Si tenemos dificultad con el uso del preservativo en la población joven, de 12 a 40 años –bombardeados con el tema del condón-, ni qué decir de la población mayor de 60 años”.
​Finalmente, González recuerda a la población colombiana que la prueba de VIH está contemplada en el Plan Obligatorio de Salud (POS) y el acceso a ésta es un derecho.
MARÍA DEL PILAR CAMARGO CRUZ

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